El lado sangriento del fútbol.

La siniestra década de los años 80: La tragedia del estadio de Luznikhi de Moscú:

Los años 80 fueron los más sangrientos en toda la historia del fútbol. Esta etapa empezó con la tragedia en el estadio Olímpico de Moscú, en 1982, en la que murieron 340 personas, y 1000 resultaron heridas. La sangrienta desgracia ocurrió en el encuentro de dieciseisavos de final de la copa de la UEFA, entre el Spartak de Moscú y el equipo neerlandés, HFC Haarlem. Los locales, tuvieron un partido tranquilo y plácido ya que anotaron el primero gol en el minuto 17, adelantándose en el marcador, y asegurando su plaza en la siguiente ronda. Ante esta aburrida situación, lo hinchas de ambos equipos tomaron la decisión de abandonar el partido, lo que conllevó a que el estadio se quedar prácticamente vacío. Pero cuando tan solo quedaban 20 segundos para el final del partido, el equipo ruso anotó otro gol, para dejar el partido con un marcador de 2 – 0, a favor de los locales. Los hinchas que abandonar el estadio minutos antes del final del partido escucharon el griterío y el alboroto de los aficionados que se quedaron en el estadio, presenciando el segundo. Eso hinchas volvieron de inmediato para presenciar la celebración, pero coincidieron con la gente y aficionados que abandonaban el estadio. Fue ahí donde se producía el colapso, muchos aficionados cayeron al suelo ante la estampida de hinchas radicales. Muchas de las personas perdieron la vida por asfixia causada por la presión que creaba la multitud de gente. Esta tragedia sirvió como razón para que el comité y la federación de futbol, tanto ruso como europeo, eliminaran a los hinchas de prácticamente todos los equipos.

La tragedia del estadio de Heysel:

Aún conmocionados por la tragedia de Luznikhi de Moscú, la afición británica tuvo que enfrentarse a otra desgracia, esta vez en Bélgica, en el estadio de Heysel. El 29 de mayo de 1985, el Liverpool jugaría la final de la copa de Europa contra la Juventus de Turín, a la que asistieron miles de aficionados de ambos equipos. Muchos habían considerado el encuentro como uno de los mejores de la época, ya que se enfrentaban dos de los mejores equipos de Europa, el Liverpool que llegaba triunfante, habiendo ganado previamente la copa de la UEFA en 1984 y la Juventus era vigente campeona del mundo en ese tiempo. Los radicales de ambos equipos, tanto del equipo inglés como del italiano, quisieron ser los protagonistas del partido, por lo que un grupo de hooligans decidieron atacar a parte de los hinchas del equipo de Turín. Los hooligans ingleses derribaron la valla que separaban ambas aficiones, dejando de esta manera, ninguna separación, lo que conllevó a que la grada se convirtiera en un campo de batalla, en la que hubo todo tipo de agresiones: patadas, puñetazos, golpes con botellas y incluso navajazos. El conflicto causado por la hinchada del Liverpool dejó 39 muertos, muchos de ellos inocentes. Tras este trágico acontecimiento, la imagen del fútbol inglés quedo otra vez dañada y manchada de sangre. Esta tragedia fue motivo para que la FIFA redujera la asistencia de aficionados y hinchas a los estadios, por miedo a que vuelva a ocurrir.

El desastre de Hillsborough:

El Hillsborough Disaster fue la pieza que completó el puzle para que el fútbol británico se convirtiese en el más sangriento del mundo. Esta vez, en 15 de abril el Liverpool se enfrentaba al Nottingham Forest en las semifinales de la FA Cup. Ese día, todo empezó mal, hubo atascos en las carreteras principales, causados por las obras organizadas, por si fuera poco, la gran mayoría de coches que entraban en Sheffield para ver el partido, fueron registrados para evitar actos de hooliganismo, el cual estaba muy extendido por Inglaterra, por lo que los cuerpos de seguridad pretendían acabar con el movimiento radical en el futbol. Pero cuando los aficionados de ambos equipos llegaron al estadio, pero apareció otro preocupante problema: al Liverpool, cuya afición estaba formada por más gente, se les asignaron las gradas del fondo, las cuales tenían una capacidad de 14.600 personas. Mientras que, por el otro lado, a la afición del Nottingham Forest se les situó en otras gradas, las cuales tenían una capacidad de 21.000 espectadores. El objetivo de este reparto de gradas fue evitar los enfrentamientos de ambas aficiones. En conclusión, a la hinchada del Liverpool se le asignó unas gradas con menos capacidad cuando tenían una afición mayor a la del Nottingham Forest, la cual tenía las gradas con mayor capacidad. Al cabo de unos minutos tras el comienzo del encuentro, una gran cantidad de personas se aglomeraron a la entrada C, por la que tenía que entrar la afición del Liverpool. La policía no supo actuar ante tal situación, por lo que decidieron abrir una segunda puerta para reducir la cantidad de personas aglomeradas a las entradas de las tribunas. Pero este error del cuerpo de seguridad fue crucial, ya que una enorme estampida de aficionados sin entrada comenzó a empujar a la gente que estaba dentro de la grada C. Mucha gente murió por asfixia y presión, ya que había una valla que separaba a la grada del terreno de juego, en la que murieron casi un centenar de personas. La policía no tiró la valla que separaba a la afición del campo, ya que pensaban que era un acto de hooliganismo, peor cuando realmente se dieron cuenta de lo que sucedió, ya era tarde. Tras esta tragedia, se tomaron medidas drásticas, eliminando las gradas de pie y se retiraron las vallas que separaban las gradas con el campo. También se puso un exhaustivo control de entradas en todos los estadios europeos e ingleses.

Video sobre otras tragedias en el mundo del fútbol:

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