
Éric Cantona nació en Marsella, ciudad costeña ubicada al sur de Francia, el 24 de mayo de 1966.
Éric Cantona marcó 161 goles en 432 partidos y con la selección francesa jugó 45 y marcó solo 20 goles. El francés nunca se destacaría por ser bueno con su selección, por lo contrario, jamás jugó un mundial con ella. Todo lo que consiguió y triunfó con el Manchester United y en Inglaterra, no lo consiguió con su selección. Su carácter y su mal genio le impedirían tener buenas relaciones con el seleccionador de su país, al cual le llamó como “saco de mierda” durante una entrevista, por no haberlo convocado. Cantona jugaría solo una Eurocopa en 1992, en la que Francia no pasaría ni de fase de grupos debido al gran nivel de los rivales.
Su vida y carrera como futbolista fue dura, pesada, llena de incertidumbres, todo reflejo de su complicado carácter. En Francia, jugó en seis equipos: en el Auxerre, en el Martigues, en el Olympique de Marseille, luego en el Girondins de Bordeaux, también en el Montpeiller donde compartió vestuario con el colombiano Carlos Valderrama, luego jugó sus últimas temporadas en la liga francesa con el Nîmes, y por culpa de su carácter y problemas con el entrenador, decidió no jugar nunca más en su país natal.
Pero el Éric Cantona que realmente todo conocemos, es ese que jugó en Inglaterra, ese delantero que, a pesar de su duro carácter, nos dejó a todos maravillados con increíbles goles y jugadas.
Cantona llega a Inglaterra y coincide sin querer con los cambios radicales hacia el fútbol mas moderno. La primera división inglesa da el primer paso para eliminar las gradas de pie, pone nombre a las camisetas de los jugadores, da el permiso para que los árbitros no vayan siempre vestidos de negro, dar tres puntos al ganar un partido, alejar y erradicar a los hooligans y finalmente dar una buena imagen y ejemplo a el resto del mundo. Inglaterra hizo cambios en el fútbol, como eliminar las vallas que separaban el terreno y las gradas, aumentar la seguridad, y eliminar a todos esos aficionados que se comporten de manera radical. Estos cambios se hicieron para que no se repitan tragedias y desastres como el de Heysel, o la tragedia de Hillsborough, en las que murieron 135 en total.
Al llegar a Inglaterra, el Sheffield Wednesday no tardaría en pedirle a Cantona que juegue un partido de football in-door en el que no se dejo destacar, y de esta manera el equipo inglés canceló el contrato con él.
Al cabo de un tiempo, tras el rechazo del Sheffield Wednesday, el Leeds United, se haría con los servicios de Éric Cantona. En el Leeds Untied, el francés daría auténticas exhibiciones y goles en solo media temporada, pero también tendría problemas con su entrenador. Concorde a su carácter, durante un partido con el equipo inglés, el delantero francés le escupió a un aficionado del equipo rival. A pesar de ser un delantero con carácter y también mucha técnica, marcó solo 3 goles en la liga con el Leeds, pero siguió siendo un jugador fundamental para el equipo. Su entendimiento y buena relación con jugadores como Lee Chapman, Gary McAllister y Gary Speed, conllevó a ganar y conquistar el título de la liga inglesa (la última liga antes de la creación de la Premier League). Pero Éric Cantona quiso ganar otro trofeo con el Leeds antes de anunciar su despedida con dicho equipo. Y así fue, el 8 de agosto de 1992, el equipo del delantero francés se enfrentó a un impotente Liverpool en la final de la copa de la liga: la Charity Shield, la cual fue conquistada por el Leeds, con un resultado de 3 – 4. Muchos aficionados de ambos equipos pudieron presenciar la maravillosa actuación del futbolista galo, Cantona, el cual marco un hat-trick (tres goles).

Esa fue la última temporada de Éric con el Leeds, ya que, al nuevo entrenador, Howard Wilkinson, no le gusto para nada el carácter del delantero francés, lo que conllevó su salida del club.
El Manchester United de Álex Ferguson estaría esperando a Cantona, y lo ficharían por 1,2 millones de libras esterlinas. La etapa del atacante galo en el equipo de Manchester sería breve, pero exitosa. En apenas unos meses, los “Red devils”, se convertían en campeones de la liga y la Charity shield, gracias a las espléndidas y maravillosas actuaciones de gol del nuevo delantero. Cantona anotó 11 goles, en 20 partidos (13 de liga).
El delantero francés se coronó como “el diablo rojo” del Manchester United, gracias a su duro e incomprensible carácter, y también por sus pocos goles, pero de calidad.
Como muchos otros jugadores, Éric Cantona jamás quiso volver a vestir una camiseta de fútbol, por lo que quiso adentrarse en el mundo del cine, y hacer de actor en varias series y películas.

Vaya personaje! Gracias por esta historia. Aunque este mas común hablar de jugadores «buenos», por supuesta esta historia habla cobre un jugador destacado y emblemático pero con un carácter difícil y poco amistoso. Me ha parecido interesante.